La hechicera de Huelva
Francisca, Hechicera de Huelva A Francisca Romero se la describía como hermosa, de cabello largo y negro, ojos grandes de un marrón intenso y una figura esbelta y menuda. No se le conocía esposo. Ni siquiera sabían su edad, y aunque bien podría ser joven, su mirada profunda parecía esconder siglos de conocimiento y experiencia. Era muy querida por su generosidad con la gente del pueblo y admirada por su poder. Cada día subía algún vecino al cerro a hacerle alguna consulta o pedirle ungüentos que lo sanaran de este o aquel mal. La primera práctica que solía utilizar y que era poco frecuente en Andalucía, era la de curar la enfermedad o el dolor dando bocados para chupar la sangre maligna, elemento que sin ser identificativo, recuerda en cierta manera a algunas prácticas brujeriles. La segunda consistía en la continua utilización en sus rituales del signo de los cuernos...