Este 25N también es importante que tengamos en cuenta que:

  • Urge recoger datos estadísticos fiables e investigaciones sobre las violencias de género y femicidios, incluidas las víctimas de trata, desagregados por identidad etnico-racial de la víctima, más allá de la nacionalidad. 
  • La estigmatización y la criminalización de las víctimas de violencia de género por parte de la policía y proveedores de justicia se incrementa, cruzándose con el racismo estructural que enfrentan las mujeres negras y afrodescendientes. El 68% de las mujeres africanas y afrodescendientes se han sentido alguna vez criminalizadas por el hecho de ser mujer y negra. Especialmente, para aquellas mujeres que se encuentran en una situación administrativa irregular, las cuales pueden experimentar amenazas de expulsión o pérdida de empleo. 
  • Urge la mejora de un sistema de protección integral que ofrezca servicios esenciales completos a mujeres migrantes víctimas de violencias de género que quedan fuera de las garantías debido a la Ley de Extranjería.
  • La falta de representación política y en puestos de toma de decisiones para las mujeres negras es brutal. En 2019 existen 166 mujeres diputadas (un 47,4%) de 350 asientos totales. Hasta 2015 no ocupo el cargo la primera mujer negra diputada, Rita Bosaho. Actualmente, solo 1 mujer negra diputada se sienta en el congreso, María Carvalho Dantas (un 0,28%). 
  • Es urgente mejorar la realidad y situación de las mujeres trabajadoras domésticas con la ratificación del convenio 189, en un alto porcentaje mujeres migrantes, racializadas por un sistema patriarcal y racista que violenta y precariza sus vidas y las de sus hijes. 
  • Exigimos que se garantice la sanidad universal real a las mujeres en situación administrativa irregular, las cuales ven vulnerado su derecho a la salud, especialmente sus derechos sexuales y reproductivos.
  • El racismo afecta a la salud de las mujeres, incluyendo las tasas de mortalidad materna. En EE.UU las mujeres negras tienen tres veces más probabilidades de morir al dar a luz que las mujeres blancas. En España, el 33% de las mujeres negras se ha sentido discriminada por el color de su piel en el ámbito de la salud.
  • La violencia de género contra las mujeres negras está normalizada por una serie de normas sociales y estereotipos creados por las lógicas misóginas racistas que las presentan como: 1) sirvientas, fuertes, dedicadas, asexuadas y sumisas; 2) excesivamente agresivas, poco femeninas y malas madres; 3) perezosas y que agotan los recursos públicos; 4) hipersexuales y buscadoras de oro.
  • Las mujeres negras y afrodescendientes deben ser incluidas en la elaboración de programas y políticas de eliminación de violencias de género que tengan una perspectiva interseccional y autónoma, que incluyan manifestaciones únicas de las violencias patriarcales intra y extra comunitarias que experimentan las mujeres negro africanas y afrodescendientes.

 1“Mujeres africanas y afrodescendientes en España: análisis de los factores de discriminación en el acceso a la salud, la educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales” https://www.mpdl.org/sites/default/files/AF_INFORME_MUJERESAFRODESCENDIENTES_DIGITAL.pdf 

2“Mujeres africanas y afrodescendientes en España: análisis de los factores de discriminación en el acceso a la salud, la educación, el empleo, la vivienda y los servicios sociales” https://www.mpdl.org/sites/default/files/AF_INFORME_MUJERESAFRODESCENDIENTES_DIGITAL.pdf

3 https://wlrc.uic.edu/black-women/

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